España aprueba ley contra el maltrato de mascotas

Los legisladores españoles aprobaron el jueves una ley de bienestar animal, acompañada de una reforma del código penal que aumenta las penas de prisión para quienes abusan de los animales.

“Es un día muy importante porque el Parlamento finalmente aprobó la primera ley de derechos de los animales (desde la restauración) de nuestra democracia”, dijo Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y líder del partido de izquierda radical Podemos.

La ley “pondrá fin a la impunidad de las personas que abusan de los animales” y representa “un paso adelante que responde a la sensibilidad de nuestros conciudadanos que, en su mayoría, quieren proteger a los animales”, agregó.

Esta ley prevé un adiestramiento “obligatorio” para los dueños de perros, a quienes además se les prohíbe dejarlos solos por más de 24 horas.

También hace obligatoria la esterilización de los gatos, excepto en las granjas, y los grupos de derechos de los animales enfatizan la importancia de la anticoncepción para evitar el abandono.

La reforma del código penal que acompaña a la ley aumenta las penas por malos tratos, lo que puede acarrear penas de prisión de hasta año y medio si el animal requiere atención veterinaria.

Esta pena aumenta a dos años si el animal muere, o incluso a tres años en circunstancias agravantes.

Anteriormente, la pena máxima por la muerte del animal era de 18 meses de prisión.

Estas medidas se aplican principalmente a los animales de compañía y no afectan al ganado ni a los perros de caza.

La suerte de este último había creado divisiones dentro del Gobierno de izquierdas entre los socialistas del presidente Pedro Sánchez, que estaban a favor de excluir a los perros de caza del proyecto de ley, y Podemos, que se oponía.

La tauromaquia tampoco se ve afectada por los cambios legales.

La ley también fortalece la supervisión de los criadores de mascotas.

Desde principios de 2020, España otorga la custodia compartida de las mascotas, que ahora son consideradas “seres dotados de sensibilidad” y ya no solo “cosas”.

Varios países europeos ya han modificado sus códigos civiles para reconocer la naturaleza viva y sensible de los animales.

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